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HÉROES COTIDIANOSPublicado el Viernes 02-07-2010 - (0 comentarios)
En el tenderete que montamos en la Fiesta Mayor de Olesa de Montserrat.El pasado día 25 empezó una nueva faceta para nosotros. Sin apenas saberlo, nos convertimos en feriantes y… nos gustó. Y a pesar de que nuestro principal objetivo de vender libros estuvo muy, pero que muy lejos de la meta marcada, la experiencia nos aportó más de lo que esperábamos…
En el puesto de enfrente Alí vende bolsos, carteras y otros complementos. Originario de un pueblo de Marruecos a unos 100 km de Melilla vino a Cataluña a trabajar hace ya más de 15 años. Sólo hace 2 años que se dedica a la venta ambulante. Antes de que la crisis financiera apareciera en su vida, se dedicaba a vender automóviles de segunda mano por toda España. Con un entusiasmo propio del que ama lo que hace nos explica cómo funcionaba el negocio, las zonas donde había más demanda de unos determinados coches y marcas, y cómo, a partir de conocer las necesidades de los emigrantes originarios de su país, consiguió hacerse un hueco en el mercado. Desgraciadamente los primeros que cayeron con la crisis fueron los trabajadores inmigrantes, sus clientes potenciales, así que tuvo que dejarlo.
Abdel, un jovencito de 17 años, ayuda a su tío Alí. Llegó de niño a nuestro país y habla un castellano perfecto. El catalán aún le da vergüenza hablarlo, pues no lo ha practicado tanto. Nos cuenta entre risas que los estudios no se le dan bien, que no le gusta, y le sabía mal que sus padres le mantuvieran si en realidad no aprovechaba el tiempo. Así que decidió ponerse a trabajar. Le gusta lo que hace, es entretenido, aunque su novia no entiende muy bien que siempre ande de un pueblo a otro y no le quede mucho tiempo para estar con ella.
A nuestra izquierda tenemos a dos artesanos peruanos. Se hacen llamar el Chato y el Inca. Realizan bisutería con plata, alpaca y piedras preciosas. Los diseños son increíbles y sólo necesitan un poco de música salsa y su repertorio de llamados graciosos para que los transeúntes se paren a mirar su mercancía. “¡Mami, hasemos liquidasión por hambre!”. Con su oficio artístico a cuestas se han recorrido parte de Sudamérica y Europa. Ahora llevan un tiempo recorriendo la península. Hasta que se cansen…
Un poco más arriba está el tenderete de Sara, una chica del pueblo cercano de Esparraguera. Estudia corte y confección y, cuando puede, vende sus nuevos diseños en mercados y ferias.
Gente que se ha hecho a sí misma, que se inventa y reinventa, pese o gracias a las circunstancias… Héroes cotidianos, a veces invisibles para mucha gente, pero que nosotros admiramos.
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