TU RELIGIÓN: ¿PIDES O AGRADECES?
Publicado el Martes 01-11-2011 - (17 comentarios)Nuestra tercera vuelta al mundo ya va por su sexto mes de duración. Durante este tiempo hemos visitado parte de la India, Sri Lanka, Singapur, Indonesia y Malasia. Todos ellos países de una gran diversidad religiosa por lo que, casi al mismo tiempo, hemos podido observar rituales de casi todas las religiones existentes, lo que nos ha empujado a reflexionar sobre el tema.

Hace un par de años, en la India, en una tienda de ropa vimos una camiseta que mostraba un mensaje que nos llamó la atención: `Dios es demasiado grande como para caber en una sola religión´. Nos identificamos plenamente con esta afirmación y creemos que resume bastante nuestra ideología: Estamos muchísimo más cerca de la filosofía que no de cualquier religión.

El caso es que nosotros siempre hemos dicho que viajamos por muchas razones, pero hay dos que sobresalen por encima del resto. La primera sería aprender, tarea gratificante pero no exenta de dificultad. La segunda, muchísimo más importante y complicada todavía, desaprender.
Así que en el tema de las religiones, seguimos estos patrones allá donde quiera que vamos. Tratamos de aprender todo lo que podemos, y tratamos de desaprender todo aquello que creemos que no necesitamos.
El azul oscuro es oscuro porque existe el azul claro, sino sería simplemente azul.
De la misma manera, la educación católica que hemos recibido sería una verdad absoluta sino fuera porque la hemos comparado con otras religiones, filosofías o creencias.
Y en la comparación ha nacido nuestra riqueza. Hemos desaprendido todo aquello que no nos convencía del catolicismo, y hemos aprendido valores preciosos del islam, del budismo, del hinduismo, etc.
Y hemos visto que al final, después de quitar, de poner y de mezclar, el resultado final ha sido un montón de filosofía y apenas nada religioso.

Quizás lo más difícil ha sido darnos cuenta de que nuestra personalidad estaba influida por nuestra educación católica. Tratar de reparar esos rasgos no ha sido fácil. Pero hemos tenido la suerte de poder viajar y poder contrastar, y eso ha sido una extraordinaria ventaja.
Cuando le preguntamos a aquel adolescente musulmán por qué rezaba tantas veces al día, respondió convencido. `Para dar gracias a Alá´. Aquel chiquillo vivía en la auténtica miseria, y probablemente su esperanza de vida no superase los 50 años. ¿Por qué diablos daba las gracias?

Después de muchos años, ya tenemos la certeza que dar las gracias es un bonito gesto que practican muchas religiones, con la salvedad de que el cristianismo muy a menudo viaja por un camino paralelo. Tan sólo hay que fijarse en el Padrenuestro: `venga a nosotros tu reino / danos hoy nuestro pan de cada día / perdona nuestras ofensas / no nos dejes caer en la tentación / líbranos del mal´. ¿Con qué derecho alguien se atreve a pedir pan? ¿Con qué derecho alguien implora el perdón? La frase más siniestra es la cuarta. Identifico la tentación... ¿y que hago? En lugar de evitarla, le pido a Dios que no me deje caer en ella.
Que nos parta un rayo si una oración que nos han grabado a fuego en nuestra mente no moldea nuestra personalidad.

Afortunadamente hemos podido viajar, y hemos visto que existen otras maneras de enfocar la vida. Hace poco estuvimos en Bali, y nos impresionó lo de sus ofrendas. Nosotros amamos esta mentalidad, la de dar gracias cada día porque un nuevo sol amanece. La de ofrecer lo bueno que hay en ti, en lugar de reclamar lo que uno cree que se merece. Desde que hemos aprendido a dar gracias y hemos desaprendido a pedir, somos más felices.

Y otra cosa que hemos aprendido viajando, es que los post no han de ser muy largos porque si no la gente no se los lee, así que de momento lo dejamos aquí. Esperamos tus comentarios aportando tu manera de ver las cosas y tu opinión. Otro día continuaremos con este escrito que dejamos a medias, porque evidentemente, esto sólo ha hecho que empezar.


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