LLEGAR A UN NUEVO LUGAR: LA MAGIA DE LOS CAMBIOS
Publicado el Domingo 10-06-2012 - (4 comentarios)Llegar a Zimbabue representó de nuevo el tener que aclimatarnos a un país nuevo. Y eso nos recordó que gracias a nuestros años de viaje, hemos aprendido a gestionar los cambios con relativa facilidad.
Eso nos llevó a preguntarnos. ¿Cómo sería si pudiéramos aplicar estos conocimientos a todos los aspectos de la vida?... o mejor todavía... ¿Cómo sería si todo el mundo tuviera la virtud de aceptar los cambios y gestionarlos adecuadamente?
Actualmente estamos en un pueblecito de apenas 5000 habitantes del norte de Argentina, pero a pesar de estar lejos y en lugares remotos, seguimos con sumo interés las noticias que nos llegan.
Sabemos que ayer, sábado, España tuvo que ser rescatada. Como muchos, nosotros no tenemos ni idea de economía ni sabemos qué es lo que va a pasar a partir de ahora... pero tan sólo sabemos una cosa: Si después de una crisis no hay un aprendizaje y un cambio, ésta no sirve para nada.

Curiosamente, nosotros hemos tenido dos cambios importantes en nuestra vida, y ambos están relacionados con viajar.
El primero fue cuando hace casi diez años nos suicidamos de nuestras vidas anteriores y nacimos de nuevo, esta vez convertidos en dos personas cuya felicidad estaba representada por dos grandes mochilas y un montón de ganas de recorrer el mundo.
La segunda fue hace apenas un año y medio, cuando se cruzó en el camino una inesperada y complicada enfermedad vascular. Eso conllevó un cambio de comportamiento y hábitos (dejar el tabaco, entre otros) y vivir la vida de otra manera. Esa experiencia nos cambió a ambos. De ahí nacieron las fuerzas para empezar nuestra tercera vuelta al mundo. (Leer el post de aquellos días aquí)

Los dos cambios han sido vitales en nuestra existencia, y para nosotros han representado el aprendizaje de que la vida pone obstáculos con el único propósito de hacerte más fuerte, de darte la oportunidad de adaptarte a nuevas circunstancias y a escenarios inesperados.
Viajar nos está dando esta oportunidad, la de interpretar los cambios como factores positivos, la de seguir aprendiendo a situarnos en las circunstancias que sean, ya sean favorables o no.
Muchas veces hemos cambiado de país o de continente, y si no hubiéramos tenido la capacidad de aclimatarnos pronto a diferentes contextos, viajar hubiera sido una mala experiencia. Pero no ha sido así, sino todo lo contrario. Por que cambiar las reglas de juego en cada país no ha hecho sino enriquecernos y enseñarnos que no hay que tomar nada por garantizado y que hay que adaptar nuestra postura dependiendo de los vientos que soplen.

¿Qué pasaría entonces si pudiéramos entre todos, considerar la pésima situación en Europa como el primer paso para realizar un cambio general que nos llevara a aprender de viejos errores y reanudar la marcha con valores diferentes?

Sabemos que la situación actual es difícil. Y lo sabemos porque también la estamos sufriendo a nivel económico. Ya no llegamos al mínimo necesario para vivir viajando y colaborar con proyectos humanitarios... pero estamos dispuestos a vivir esta crisis con el máximo de alegría posible, porque en el fondo sabemos que cuanto peor sea el trance, más posibilidades habrán de que nazcan sociedades más concienciadas y maduras.
Estamos preparados para vivir este cambio, como cada vez que cruzamos una nueva frontera. ¿Y tú?



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