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DEL NORTE AL SUR DE VIETNAMPublicado el Sábado 05-11-2005 - (1 comentarios)Nuestro viaje alrededor de Vietnam seguía dirección al sur, así que nuestra próxima parada era Hué.
viajar a Vietnam por tu cuenta es muy fácil, nos empezábamos a dar cuentade ello.
Hué es conocida por dos cosas; las tumbas de varios emperadores de la Dinastía Nguyen y la Ciudadela que hay en su interior.
Hay que decir que hay varias tumbas de emperadores, y el alto precio que hay que pagar para acceder a ellas provocó que decidiéramos visitar tan sólo una, así que afinamos la puntería mediante datos conseguidos en guías y agencias de viaje para lograr ir a la que era mejor. Fuimos a la tumba imperial Tuc Duc, donde yace dicho emperador. El complejo es enorme, y dentro de lo que se considera el lugar de descanso del emperador Tu Duc, hay incluso un lago. Tal como nos ha venido sucediendo en Vietnam, el llegar allí nos costó no pocas “peleas” con la gente local, dispuesta a intentar sacarte más dinero de la cuenta, eso sí, siempre con la sonrisa en la boca. Esta vez ganamos nosotros, y aquellos dos motoristas que nos llevaron no pudieron hacer completamente nada para detenernos cuando una vez nos dejaron nos fuimos sin pagarles. Anteriormente les habíamos pagado lo que ellos decían era sólo la mitad de lo que costaba el viaje, o lo que, en otras palabras, nosotros habíamos averiguado era el precio completo.
Al día siguiente fuimos a ver la Ciudadela, en el interior de la cual se halla la Ciudad Púrpura Prohibida, lugar reservado para la vida privada del emperador. En dicho lugar, los únicos sirvientes que tenían permiso para entrar eran los eunucos, ya que no representaban ninguna amenaza para las concubinas.
Estando en Hué, decidimos hacer una excursión de un día a la DMZ, la zona desmilitarizada de la Guerra de Vietnam. Es curioso (y lógico) comprobar que lo que en todo el mundo es conocido como la Guerra de Vietnam, aquí en cambio es la Guerra Americana. ¿Por qué se iba a llamar Guerra de Vietnam, si Vietnam ha tenido infinitas guerras? En nuestra excursión a la DMZ, paramos primero en el río Ben Hai, el cual sirvió como línea divisoria entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur entre 1954 y 1975. También visitamos un museo, donde se podía ver armamento utilizado en aquella guerra por ambos bandos, así como helicópteros y muchos documentos y fotografías de la atrocidad de aquellos días.
Pero lo que más nos impresionó fueron los túneles Vinh Moc, una red subterránea de pasillos donde guerrilleros y familias enteras se escondían. No dejamos la oportunidad de recorrer estos túneles, y os prometemos que aquello era claustrofóbico. Pasamos por túneles oscuros y estrechos en los cuales para pasar teníamos que agacharnos (y los que nos conocéis sabéis que no somos muy altos precisamente). Cada ciertos metros se encontraba un cubículo de 2 metros cuadrados, que en tiempos de guerra bien podían servir como lugar para hacer reuniones o como sala de parto. La parte donde los túneles eran más profundos, se situaba a 23 metros debajo tierra... creernos, si padecéis de claustrofobia ni se os ocurra hacer este recorrido.
Nuestro siguiente punto, después de Hué, era Hoi An, la que nosotros creemos que es la ciudad vietnamita más bella. Su centro histórico es precioso, con una arquitectura cálida y muy acogedora. Hoi An es conocido como referente textil. Si lo que queréis es haceros un traje, o incluso copiar modelos de marcas prestigiosas, Hoi An es vuestro lugar. En apenas 48 horas te hacen el vestido que quieras a muy buen precio. Eso ha provocado que Hoi An se haya convertido en un punto de peregrinaje de gente dispuesta a abastecer su armario a un precio razonable. Las calles de Hoi An están repletas de tiendas que se dedican a este negocio, las cuales a veces incluso te ofrecen alojamiento mientras esperas que tu traje deseado esté listo.
Desde Hoi An, hicimos una excursión de un día a las ruinas de Myson. Y cuando decimos ruinas, no lo hacemos en sentido figurado, ya que bombardeos americanos de la Guerra de Vietnam no tuvieron en cuenta que éste era un lugar de culto y de gran relevancia cultural.
Y siguiendo hacia el sur, y como penúltima parada en territorio vietnamita, llegamos a Na Trang. Aquí estuvimos 3 días, disfrutando de las bonitas playas que bañan esta pequeña ciudad. Aprovechamos también para visitar un par de lugares de interés, pero mentiríamos si dijéramos que recalamos en este lugar por otro motivo que su larga y apetecible costa.
Aquí también hicimos una excursión de un día, esta vez en barco y alrededor de unas islas no demasiado lejanas. El atractivo de esta excursión consistía en la posibilidad de bucear en unas aguas muy propicias para esta actividad, y también en averiguar a lo que se referían cuando nos vendieron una “barra libre de vino flotante”. No nos desagradó esta idea, que consiste en que te dan un flotador y un vaso de plástico, te echan al agua, y el barman de turno, equipado con su flotador y una caja de botellas de vino, te va llenando el vaso. Hay que decir que hubiese sido un día esplénndido si el tiempo hubiera acompañado. No fue así, y el día lluvioso y tapado que hizo nos impidió bucear en condiciones e hizo que el motivo por el cual bebíamos vino en la “barra flotante” fuera para quitarnos el frío de encima.
Y así fue cómo, casi sin darnos cuenta, llegamos a la ciudad de Ho Chi Min, la antigua Saigón, en el sur de Vietnam. Con más de 6 millones de habitantes, Ho Chi Min es la ciudad más poblada de Vietnam, por encima incluso de Hanoi, la capital. Y hablando de números... ¿Sabéis cuantas motos hay en Ho Chi Min? Pues 3 millones, es decir, que la mitad de gente de esta ciudad tiene moto. Para que os hagáis una idea, Barcelona, que es la ciudad europea con más motos después de Roma, tiene 250.000.
En Ho Chi Min, no dejamos la oportunidad de visitar el Delta del Mekong. Durante un día hicimos un recorrido en bote, parando en diversos lugares donde pudimos ver, por ejemplo, una pequeña fábrica donde se producía una especie de turrón de arroz inflado. También visitamos una fábrica de cerámica, donde compadecimos a los trabajadores por tener que soportar una calor fuera de lo normal.
En Ho Chi Min, al igual que en todo el Vietnam, hubo una cosa que nos sorprendió mucho. Por la calle, aún cuando el calor es sofocante y pasa de los 30 grados, las chicas llevan tapado todo su cuerpo. Pantalones largos, calcetines que no dejan un hueco al aire, guantes que llegan hasta el hombro, gorra y máscara que les cubre toda la cara. Averiguamos que esto se debe a que en Vietnam, el color de la piel es muy importante, y cuando más blanca una está, más bella se dice que es. Existen incluso unos tratamientos blanqueantes, que no son precisamente baratos. Las chicas no dudarán en realizar este esfuerzo económico, ya que saben que si su piel es demasiado morena les va a ser muy difícil encontrar pareja. Es un poco surrealista todo... teniendo en cuenta que en Europa y demás lugares la gente paga por exactamente lo contrario, para estar más morena.
En nuestros días en esta ciudad, aprovechamos para ir al Museo de la Guerra de Vietnam. Es un lugar al que, si debéis ir, hacerlo después de comer, ya que si vais antes, aquel día os costará probar bocado. El Museo se compone de diferentes salas, pero la más desagradable de todas es en la que se muestran fotografías que parecen difíciles de creer. Torturas, cadáveres que sirven como juguete y trofeo para el militar de turno, gente desfigurada por la utilización de Napalm, una substancia utilizada por las tropas estadounidenses que quemaba y arrasaba todo lo que encontraba. También vimos fotografías de gente que nació con malformaciones y otras discapacidades, debido a los agentes tóxicos que también utilizaron... Uno visita aquel museo y sus escalofriantes cifras y se dice: “Si esto sirviera para algo, si esto hiciera que la gente fuera más consciente de lo que significa una guerra”. Pero desgraciadamente no es así, y hoy en día, ya bien entrados en el siglo XXI, sigue pasando lo mismo que ha pasado durante toda la historia mundial. De aquí un tiempo habrá otro museo similar a este en Afganistan, otro en Irak... y el hombre seguirá siendo igual de primitivo que cuando tenía que matar para sobrevivir. Si hubiera algún motivo que hiciera ser más optimista, algo a lo que aferrarse, algo que hiciera pensar que esto no va a volver a repetirse...
1 Comentarios
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22/02/2013 - Celia
Me parece estupenda la información que ofrecéis. Y todo muy bien explicado, bien escrito... Es un gustazo leer vuestros relatos.
Muchas gracias