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JOHANNESBURGO, UN LUGAR INQUIETANTEPublicado el Lunes 06-08-2012 - (2 comentarios)
Imágenes de Mandela en el museo del ApartheidNo se podía decir que no estábamos avisados. Eran muchas las veces que otros viajeros nos habían dicho que
Johannesburgo era un lugar donde uno se sentía inquieto, un poco inseguro. Pero al llegar allí, no lo percibimos. Seguramente era porque teníamos prisa por llegar a casa de Etienne, quien nos iba a hospedar en su hogar. Por fin íbamos a probar lo que era el
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Etienne nos enseñó la casa y nos presentó a las dos chicas con las que la compartía. Los cinco, al cabo de un rato, nos fuimos a cenar a un restaurante alemán.
Al principio de la cena, Etienne nos dijo algo que nos gustó y nos convenció: 'En Johannesburgo tienes que ir con cuidado pero sin obsesionarte'.
De alguna manera nos dio la impresión que quería decirnos que estuviéramos tranquilos, que Johannesburgo era un lugar seguro.
Pero al final de la cena, cuando íbamos por los cafés, salió a la conversación un detalle que nos descolocó: Etienne nos dijo que en los últimos 6 años le habían entrado a robar a casa 20 veces.
Fue allí cuando volvimos a tener esa sensación que se experimenta cuando se viaja, cuando se conocen otras culturas y te das cuenta de que todo es relativo y depende con qué mentalidad se juzgue. Es el momento perfecto para dar las gracias por las cosas buenas que tiene la sociedad en la que vives y que sin embargo nunca aprecias porque las das por hechas.
Así pues, fue normal que al día siguiente, cuando fuimos por la ciudad, no pudiéramos evitar sugestionarnos un poco. Mentiríamos si no dijéramos que por momentos nos sentíamos bastante incómodos caminando por la calle.
El caso es que decidimos hacer caso a Etienne y no obsesionarnos. Había varias cosas en Johannesburgo que teníamos mucho interés en ver y no disponíamos de muchos días, así que debíamos apresurarnos.
Lo primero que quisimos visitar, fue
el museo del Apartheid. Debemos de decir que es uno de los mejores museos que hemos visto. La información está bien estructurada y el objetivo del museo, que es conocer la atrocidad de aquellos días de
segregación racial, se cumple con creces porque el museo es muy pedagógico. Nos gusta pensar que este tipo de museos sirven para hacernos reflexionar, aprender, y sobretodo para evitar que algún día puedan volver a suceder hechos tan incomprensibles.
Otro punto que teníamos mucho interés en ver, fue la
cárcel donde estuvieron recluidos Nelson Mandela (los años que no estuvo recluido en Robben Island) y Ghandi.
La prisión, llamada
'Number four', es un lugar sobrecogedor. Uno puede visitar las celdas y ser más conocedor de todo lo que sucedía en aquellos días, en los que alguien podía ser recluido en aquella prisión por el simple hecho de no llevar el pase correspondiente que todo individuo que no fuera de raza blanca estaba obligado a llevar.
Aquel día visitando la cárcel y sus entresijos nos acercó más a dos de nuestros iconos más admirados, a dos faros de luz que han guiado millones de vidas.
Ghandi y Mandela, con su valentía, sus hechos y su idealismo, han marcado páginas de la historia que nunca debemos olvidar.
Ghandi fue encarcelado por promover una nueva forma de protesta pacífica en contra del poder blanco en Sudáfrica, y que luego aplicaría también en su país de origen, la India. Esta forma de protesta la llamó
'Satyagraha', la fuerza de la verdad y la no-violencia. En la “Number four” se forjó el líder político que llegaría a ser Gandhi.
La figura de Mandela la tuvimos muy presente durante toda nuestra estancia en Sudáfrica, y no desaprovechamos la ocasión para intentar conocer más su trayectoria.
Hombre inquebrantable, siempre ha sido un luchador sin límites por los derechos y las libertades. De fuerte personalidad y de un innegable carisma, ha dejado a la humanidad una puerta abierta a un mundo mejor, y a cada uno de nosotros, la oportunidad de ver que cualquier sacrificio vale la pena si nuestro sufrimiento conlleva un beneficio a la sociedad en la que vivimos.
Y no encontramos mejor manera de acabar este blog, que hacerlo con el legado impagable de una de sus frases:
'La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz'.

Ciudad de Johannesburgo

Una terracita un tanto especial

Cárcel Number Four

Celdas de la prisión donde estuvieron Mandela y Ghandi

Detalle de las celdas

Una imagen de la juventud de Ghandi

Lavabos de la prisión Number Four

Museo del Apartheid en johannesburgo

En la corte Constitucional

Cenando con Etienne y Axelle
2 Comentarios
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8/08/2012 - Mariana Sarceda
Buscando blogs de viajes me encontré con el suyo y me encantó. Sin duda Johannesburgo debe ser una ciudad compleja y hermosa a la vez. El museo del apartheid debe ser impresionante y uno debe sentirse muy emocionado al visitar la cárcel donde estuvo Nelson Mandela. Coincido con ustedes respecto de las sensaciones que nos generan las diferentes ciudades. Todo depende de nuestras experiencias personales!
24/01/2013 - Asos
Gracias.
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Saludos