Blog de viajes
RUTA POR EL SUR DE MARRUECOSPublicado el Jueves 28-08-2014 - (2 comentarios)Desierto rocoso de Marruecos Sí. Ahora lo podemos decir: El
viaje por el sur de Marruecos es mágico… Cada vez que lo hacemos nos damos cuenta de que es el escenario perfecto para
nuestros grupos. Gente especial que se encuentra gracias a nuestra web. Gente abierta, que comparte un sentimiento de amor por el viaje y por el mundo. Un escenario mágico para un grupo capaz de percibir y sentir esa magia…
Dejamos
Marrakech que apenas la conocemos. Una visita a la plaza Jemaa el Fna y al zoco son los ganchos perfectos para tener ganas de volver y seguir explorando esta fascinante ciudad.
Un rato en la furgoneta y ya estamos cruzando el
Alto Atlas, con unas vistas espectaculares y el puerto de montaña T’Zin Tichka de unos 2300 metros de altura.
Los cañones del
valle del Draa nos dirigen a un paisaje de tonos rojizos y marrones sorprendentes y, entonces, descubrimos la
kashba de Tamnougalt que surge, marrón como la tierra que la sostiene, entre los palmerales de un oasis.
Abandonamos los tonos rojos para adentrarnos en el desierto rocoso, la
hamada, que da paso a suaves colinas de color ocre, gris y negro. Algunas acacias solitarias dan pinceladas verdes a ese gris paisaje. Manadas de dromedarios nos muestran que la vida en un lugar tan hostil es posible.
De repente la monotonía del paisaje se rompe. En el horizonte vemos un conjunto de suaves montañas de color naranja, arena dorada como el sol. Son las
dunas de Erg Chebbi, que aparecen como salidas de la nada.
Tras llegar a las dunas sobre un dromedario y pasar la noche en una
haima bajo el atiborrado cielo estrellado del desierto, nos lanzamos a la ruta de nuevo hasta llegar al
pueblo amurallado de El Khorbat, un auténtico
ksar donde, por sus calles llenas de claroscuros, nos dejamos llevar por la magia de las sombras y de la luz atravesando ventanas enrejadas.
Nos sentimos muy pequeños ante la grandeza de las
gargantas del Todra y del Dadés. Y proseguimos el viaje pensando en el poder de la naturaleza.
En
Ouarzazate encontramos un lugar muy especial para reposar nuestro cuerpo y nuestra mente. Belleza, calma, simplicidad… el suave y dulce olor a mirra y a incienso que todo lo impregna.
Volvemos a la carga y la estampa del
ksar de Ait Benhaddou nos quita el aliento. ¿Es una montaña que se ha transformado en pueblo o un pueblo que se ha transformado en montaña? Se ilumina al recibir los primeros rayos de sol de la mañana. Es una visión casi mística.
Tomamos el
valle de Ounila, donde la infinidad de los colores de las rocas nos deja sin habla. Los humildes
pueblecitos que se esparcen a lo largo del valle casi pasan desapercibidos, se funden con la tierra que les da de comer.
Llegamos a
Telouet y allí visitamos la
kashba, la última de nuestra ruta. Las historias sobre el Pachá y su corte, hacen que nos sumerjamos en un mundo de fantasía y exotismo.
Estamos en Marrakech de nuevo.
Ya no somos un grupo de desconocidos unidos por una misma filosofía de vida. Somos compañeros, amigos… almas que se han encontrado en un
mágico viaje.
Hemos aprendido que el agua es un tesoro. Bebemos con sed. Nos bebemos la vida.
Hemos aprendido que la vida aquí en Marruecos, aún es autentica, como los sabores. Son contundentes. Aún podemos sentir el dulcísimo gusto de la naranja en nuestra boca. Dátiles, higos, almendras… Redescubrimos los sabores que el mal llamado “progreso” y su agricultura industrializada se han cargado en nuestra tierra: Tomate, zanahoria, pepino…
Hemos aprendido a confiar. Las miradas curiosas ya no nos asustan, ya no nos parecen inquisitorias. Ahora vemos como se transforman en sonrisas tras nuestro saludo.
Salam aleikum. Que la paz te acompañe, hermano marroquí. Gracias por acogernos.
Aquí tienes toda la información sobre nuestros viajes a Marruecos
Zoco de Marrakech (foto de Júlia Boarini)
Paisaje del Alto Atlas en el puerto de montaña T’Zin Tichka
Valle del Draa
Kasba de Tamnougalt
Plaza Jamma el Fna, en Marrakech
Dunas de Merzouga
Desierto Erg Chebbi en Marruecos (Foto de Mónica Eguilar)
Garganta del Dadés
Hotel Dar Chamaa de Ouarzazate
Ksar de Ait Benhaddou
Valle de Ounila
Vistas del Valle de Ounila
Kashba de Telouet
2 Comentarios
Añadir comentario
28/08/2014 - Carmen
Un viaje mágico que nos inspira... Valoramos y nos bebemos la vida, solidarios por naturaleza... Un enorme placer saborear el post, SUCRAN Xavier, Carme & Àsia por el ejemplo a seguir.
Nos vemos en el camino¡
InshAllah ¡
28/08/2014 - Xavi y Carme - lavueltaalmundo.net
Carmen, nos encanta esa frase que has dicho: Nos vemos en el camino.
¡Que así sea!!!