UN MOMENTO MÁGICO PARA UN PROYECTO MÁGICO
Publicado el Martes 12-12-2017 - (0 comentarios)'Hay una historia entre vosotros, quien la busque la encontrará' dice Aida Llop, mientras interpreta a Aziza, uno de los personajes de nuestro cuento ilustrado Asia en Marruecos. Los niños del público la miran ya metidos en el inicio de una historia amazigh, que como dice nuestra Aziza, comienza siempre así porque es necesario que la vivamos desde dentro. Los niños saben de eso, viven el ahora, y en ese momento, en ese momento mágico, sus ojos brillan con curiosidad esperando la historia que Aziza promete. Dentro de la tradición amazigh, étnia originaria de Marruecos, las mujeres son las encargadas de contar cuentos y tienen una tradición muy antigua de transmisión oral que pervive de generación en generación, de madres a hijas, a través de los siglos.

Buscábamos una manera curiosa y divertida de presentar nuestro cuento Asia en Marruecos, ¿y qué mejor que de la mano de uno de los personajes marroquíes del mismo cuento? Aziza es la madre de Fátima, una niña de la que Asia se hará muy amiga y a través de la que conocerá muy de cerca y desde dentro, la cultura amazigh. Es una historia de amistad, más allá de las barreras, más allá de la distancia y de las diferencias culturales entre dos mundos, nuestro mundo y el de Fátima, Marruecos.
'Viajar es la mejor escuela que existe', dice Aziza, y eso (añadimos nosotros) es porque viajar acerca mundos, acerca realidades culturales. Así, esa diferencia, lejos de separar, une, porque nos permite entender mejor al otro, empatizar.
El momento se volvió aún más mágico con el regalo que la artista Munota nos hizo a las autoras del cuento. Dos anillos, de su línea de joyas personalizadas, grabados con los dibujos de Àsia y Fátima. Estos dos anillos, como las demás joyas de Munota, lejos de ser sólo joyas bonitas, se han convertido para nosotras en un símbolo con mucho significado. El símbolo de un proyecto muy importante para nosotras, un proyecto basado en valores y que, a la vez, se ha hecho desde y para la amistad. Gracias Munota.

Y gracias también a Aida Llop, a Saruca y a todas las mujeres que como Aziza, generación tras generación, siguen trabajando a través de su feminidad para construir un mundo mejor.


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