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ESSAOUIRA, EL LUGAR QUE NOS HACE VOLVERPublicado el Lunes 14-12-2015 - (2 comentarios)
La ciudad de Essaouira tras sus murallasNadie vuelve por cuarta vez a un lugar a no ser que dicho lugar tenga algo que lo haga magnético, especial. Y
Essaouira
tiene ese don, el de ofrecer al viajero algo que le hace volver, una especie de compromiso de mantenerse fiel a esa ciudad bañada por el
Atlántico y batida por los vientos alisios.
Hemos estado ya cuatro veces en Essaouira y si hay algo que tenemos claro es que habrá quinta, sexta, séptima...
Lo más meritorio es que esta ciudad portuaria nos ha atrapado a pesar de que detestamos los
lugares excesivamente
turísticos. Y Essaouira sin duda lo es.
A nuestro parecer, este lugar es como aquella mujer bonita a la que se le ha ido la mano con el maquillaje. Sigue siendo bonita, pero hay
algo en ella superficial, irreal. Pero a pesar de todo, esta capa de maquillaje desproporcionada no acaba de eclipsar una hermosura innata,
una belleza interior que permanece intacta e invariable.
Su medina (casco antiguo) es
Patrimonio de la Humanidad desde el 2001 y lo cierto es que la UNESCO pocas veces se
equivoca en sus veredictos. Mogador, como era llamada Essaouira en la antigüedad, tiene ese aire de
ciudad portuguesa
que hemos hallado en otros lugares del mundo tan lejanos como la India o Malasia.
También la blancura de las paredes de las casas y el azul de ventanas y puertas tienen un aire mediterráneo que a menudo evoca a la
Cadaqués de Dalí.
La ciudad, que disfruta de un clima temperado la mayor parte del año, está tomada por las gaviotas, que surcan ruidosamente los cielos de
esta localidad con sus estridentes graznidos. Otro elemento menos natural,
las tablas de windsurf, también se han
apoderado de
Essaouira puesto que sus vientos alisios han convertido sus playas en un punto de peregrinaje para los
amantes de este deporte.
El encanto de Essaouira también ha hecho estragos entre prestigiosos cineastas.
Ridley Scott y Oliver Stone rodaron
dos de sus películas más famosas en este lugar. Pero si hay una película que va unida al nombre de la ciudad, esa es Otelo, de
Orson Welles, que la descubrió al mundo y debido a ello actualmente existe la plaza “Orson Welles” como homenaje a
dicho director de cine.
Pero a pesar de sus calles excesivamente mimadas, a pesar de sus infinitos
talleres de artesanos, a pesar de que el
cine la haya dado a conocer al mundo entero, y a pesar de que Jimmy Hendrix haya contribuido a que este lugar flirtee con la bohemia y
con el arte, si hay algún lugar auténtico, representativo y valioso ese es
el puerto pesquero. Allí, entre el fuerte olor a
pescado y el barullo de las lonjas y subastas de mercancía, se palpa la Essaouira real, la Essaouira de verdad, la que poco tiene que ver
con Hollywood, el windsurf o la bohemia de ciertos artistas no demasiado autóctonos.
Otro lugar que nos encanta es el paseo que discurre por el fuerte de la ciudad, una magnífica
batería de cañones
dirigidos hacia el océano. Aquí, a parte de turistas ávidos de plasmar en sus fotografías una deliciosa puesta de sol, también se puede
encontrar a lugareños reflexionando mientras dirigen sus miradas al mar, así como parejas de jovenzuelos escondiéndose juguetones para
darse unos besos que en una
sociedad tradicional como la marroquí todavía no están muy bien vistos. Hay pocas
imágenes tan bonitas como la de un par de enamorados robándose besos y flirteando justo al lado de un cañón de batalla en desuso, viejo
y desgastado por el tiempo. Hay algo muy poético en esta instantánea, como si el pasado hubiera dejado paso al presente… como si el
amor hubiera vencido a la guerra.
Sí, cómo no. Habrá quinta, sexta, séptima…
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Típicas barcas del puerto de Essaouira

En el paseo del fuerte, donde los cañones miran al mar

Essaouira, vista desde el puerto

Paseando por la ciudad

Una de las imágenes más características de esta localidad pesquera

Paseando por la playa de Essaouira

Una familia disfrutando de su domingo

La playa de Essaouira los domingos se convierte en un sinfín de campos de fútbol

Calles de Essaouira

Disfrutando en familia de un día soleado

Las gaviotas, las dueñas del lugar

Costa de Essaouira

Paseo del fuerte desde la terraza de un restaurante

Lugareño reflexionando con su mirada perdida en el mar
2 Comentarios
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16/12/2015 - maria
....para mi son ya tres las veces que la he visitado y estoy deseando una cuarta, quinta o sexta...Essuaira enamora
10/01/2016 - Rocio
Estuvimos el año pasado y quedé alucinada con el parecido que tiene con Cádiz, la ciudad donde me crié. Una ciudad amurallada con mucha historia... También me encantaría volver...