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EL MILAGRO DE KABARNET Y UNA ETAPA ESENCIAL DE NUESTRO APRENDIZAJEPublicado el Domingo 12-02-2012 - (1 comentarios)
Con parte de los niños del Orfanato viendo la mesa y silla de muestra. Les gustó :-)Era Navidad y estábamos en la terraza de nuestro hostal en Coron, Filipinas. Saboreábamos el extraño placer de vivir una Navidad en manga corta, delante del mar. Todavía estábamos nerviosos, agitados. Justo el día antes habíamos decidido que nuestro viaje iba a sufrir un gran cambio de rumbo. Nos íbamos a Kenia, África.
En aquel momento, abrimos el ordenador. Descargamos nuestro correo electrónico, y entonces sucedió: en nuestra bandeja de entrada apareció un e-mail que nos heló la sangre. A medida que íbamos leyendo, un escalofrío recorría nuestro cuerpo.
El mail decía así:
´Buenos días, os escribo desde Bamba Project, (asociación sin ánimo de lucro en Kenia) que pretende integrar la fotografía, el arte y los viajes solidarios como base de nuestro proyecto...nos gustaría mucho saber si podéis colaborar con nosotros ayudándonos con la publicidad, especialmente difundiendo la labor en nuestro orfanato en Kabarnet, en Kenia...´
La vida está llena de milagros. Aquel e-mail, en nuestra sobremesa navideña, era uno de ellos. Quienquiera que esté allí arriba moviendo los hilos, esta vez se había esmerado en sorprendernos. Nadie, excepto nosotros, sabía que nuestro siguiente punto del viaje era Kenia.
Desde aquella tarde navideña han pasado muchas cosas.
Ahora estamos instalados en un típico hotel africano, espacioso y venido a menos, en la población de Kabarnet, Kenia.
Hemos conocido el orfanato que Bamba Project apoya, y hemos comprobado que esta situación, este momento, encaja perfectamente en nuestras vidas, como si alguien lo hubiera puesto en nuestro camino para que viviéramos una etapa esencial de nuestro aprendizaje.
Porque en este tramo de nuestra existencia, estamos realizando un intenso curso de aprender a entender la vida tal como es, con sus cosas positivas y negativas. En estos últimos tiempos, en que la salud no nos está acompañando, estamos poniendo mucho empeño en procurar apreciar la polaridad de las cosas, entendiendo que la enfermedad y la salud son partes de un todo, de una unidad, al igual que la alegría y la tristeza se complementan, o que la luz y la oscuridad se necesitan para existir, o que lo bueno no tiene sentido sin lo malo.
Y después de tantos meses de aprendizaje, el destino ha puesto en nuestro camino el máximo exponente de esta tesis, el orfanato de Kabarnet.
Porque el orfanato de Kabarnet representa la grandeza de ver cómo convergen en un mismo escenario el drama con la esperanza, la pesadumbre con el entusiasmo, el desaliento con las ganas de vivir.
Quizás por eso, y empapados como estamos los últimos días en esta dualidad donde lo bueno y lo malo conviven, a veces, rodeados de los niños, estamos igual de cerca de romper en un desconsolado llanto que de saltar de alegría.
No podemos olvidar lo que Rocío, el alma máter de este proyecto, nos ha ido contando acerca del origen de cada niño. Por respeto, no lo expondremos aquí, pero como es evidente, el denominador común de estos niños es una historia dramática de abandonos, de padres fallecidos, de maltratos...
Entonces... ¿cómo puede ser que niños que han sufrido tanto tengan todavía la capacidad de sonreír?
A nosotros nos impresiona que niños que han sido hallados abandonados en medio del bosque, que han sido maltratados y tratados con negligencia, cuyas estructuras familiares han sido totalmente destruidas... conserven este fabuloso don que tiene el ser humano de amar a sus semejantes. Os prometemos que en nuestras vidas pocas cosas nos han conmovido tanto como ver un corrillo de chiquillos jugar juntos, abrazarse, reír, apoyarse los unos a los otros... y es entonces cuando entendemos la esencia de este aprendizaje de vida: que el drama convive con la alegría, que el sufrimiento y el placer van juntos de la mano, y que la especie humana nunca perderá la confianza de que vale la pena ser feliz a pesar de que la vida ponga obstáculos casi insalvables.
Es el milagro de la vida, el milagro de la búsqueda incesante de la felicidad.
A estos niños no les faltan ganas de salir adelante, y les sobra entusiasmo para afrontar la vida que les ha tocado vivir. Quizás su ropa es vieja y no tienen juguetes, pero a nosotros lo que de verdad nos preocupa es su educación, y no queremos que su presente les encadene a un futuro injusto.
Por eso, iniciamos nuestro Octavo Proyecto Solidario, que consistirá en recaudar fondos para una aula-biblioteca donde estos niños tengan la oportunidad de demostrar, una vez más, que la vida está llena de milagros en los que el ser humano es capaz de emerger desde el fondo del abismo para superarse a si mismo y para, a pesar de lo vivido, seguir mirando hacia adelante, hacia el camino.
¿Te apetece formar parte de este milagro? Ayúdanos a poner en marcha esta aula-biblioteca donde los niños podrán leer, estudiar, hacer los deberes, hacer clases de repaso, asistir a talleres formativos, etc. Bamba Project ha conseguido construir el aula pero les falta llenarla para poder ponerla en funcionamiento: electricidad, pupitres, sillas, estanterías y otros materiales.
Exactamente necesitan lo siguiente:
Haz tu donación, por pequeña que sea, porque juntos si sumamos todas nuestras pequeñas donaciones, conseguiremos que estos niños tengan un lugar donde estudiar y crecer intelectualmente. También te pedimos que nos ayudes a dar a conocer este proyecto implicando a tus amigos y conocidos. Iremos haciendo un seguimiento minucioso y transparente de las donaciones a través de nuestra página de Facebook. Te esperamos allí!
PD (3 de Marzo 2012): ¡LO CONSEGUIMOS!

Mamá Chesiré, la cocinera del orfanato, trabajando en la cocina.

Ben nos mira a través de la ventana del comedor común.

Victoria y Brigitte en el Orfanato.

Las maestras de la guardería bordan los recursos pedagógicos.

Las hermanas Brigitte y Cinthia en la nueva aula.

En la cocina manda Mamá Chesiré, pero siempre hay gente.

Dos de los niños mayores contemplan el aula acabada de pintar.

Uno de los pequeños, tímido en nuestro primer encuentro.

Los niños del orfanato son como una gran familia.

Dejando nuestra huella en la pared del aula.

Ayudando a pintar el aula con los demás `pintores´.

En la puerta del aula muy bien acompañados.

Rocío nos enseña los alrededores del orfanato de Kabarnet.

Mamá Chemu, una trabajadora, cuida a la pequeña Victoria.
1 Comentarios
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13/02/2012 - Jaime Garau
Me gusta mucho vuestra ilusión por el proyecto de Kabarnet. Yo también estuve hace unos meses y también lo apoyo. Un abrazo y suerte en vuestro viaje inacabable. Todos deberìamos aprender de vuestro proyecto que también es magnifico.