TREN EXPRESO DE MEDIA NOCHE. LA ESTACION DE BOMBAY

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TREN EXPRESO DE MEDIA NOCHE. LA ESTACION DE BOMBAY
Publicado el Jueves 14-05-2009 - (0 comentarios)



Viajar en tren es mágico.
Hay algo en esta simple máquina que lo hace especial, romántico.
A muchos se nos ha quedado grabada en la mente la imagen de la eterna enamorada despidiendo a su amante mientras recorre el andén buscando una última mirada. O la estampa de aquellos trenes antiguos, con compartimentos donde el revisor pasaba entre una nube de humo del cigarrillo de algún pasajero interesante.

Decididamente, el tren nos ha dejado bellas imágenes, así como bonitos poemas y hermosas canciones. Escritores, artistas, cantantes… todos se han rendido a su magia, a su bohemia.
¿Cuántas historias de amor habrán nacido en sus vagones? ¿Cuántos momentos especiales se habrán vivido?

A nosotros el tren también nos tiene robado el corazón. Y en especial los trenes nocturnos, aquellos que a medianoche parten hacia cualquier destino.

Eran las diez de la noche cuando salimos del hostal de Bombay rumbo a la estación Victoria.
- ¿Tu crees que habrá mucha gente en la estación a estas horas de la noche?
- No lo creo… o como mínimo no habrá tanta como esta mañana, cuando hemos ido a comprar el billete.

El taxista hace una maniobra desafortunada y se gana unos cuantos bocinazos de los coches que van detrás.
Nosotros no podemos dejar de mirar por la ventanilla. La ciudad ofrece ahora, a la luz de la luna, un aspecto diferente que no queremos dejar de saborear.
El taxista se apea en la estación y nos ayuda a bajar las mochilas.

Y es en ese momento, justo en ese momento en el que accedemos por la puerta de entrada general, que una explosión de ruido y de colores nos hace sentir abrumados, aturdidos.
La estación, gigantesca como pocas en todo el mundo, está abarrotada de gente que consigue darle a ese singular edificio un aspecto de hormiguero.
Es imposible describir aquella imagen, aquella sensación. Miles de personas, vestidas con prendas de vivos colores, van arriba y abajo. Otras tantas yacen en el suelo esperando a que salga su tren. Un sinfín de trabajadores cargan con la mercancía que ha de ir en los trenes. Utilizan largas y rudimentarias carretillas y no paran de gritar para que los demás se aparten de su camino.

El ruido es ensordecedor. Es difícil incluso escucharnos a nosotros mismos cuando hablamos, difícil incluso oír nuestros propios pensamientos.
- ¿Te esperabas esto?
- No… por supuesto que no.

Deambulamos durante una hora por la estación. En aquellos momentos tenemos la sensación de que estamos viviendo algo único, que aquel espectáculo nocturno es digno de quedarse en nuestra memoria para siempre.

Finalmente nos dirigimos a nuestro tren, que a las 11:10 partirá hacia Goa. Es muy fácil ver cómo la gente se distribuye entre clases, el aspecto de los vagones no ofrece ninguna duda al respecto.

Dentro del vagón el espectáculo sigue, y así hasta que el reloj marca la hora indicada, los motores arrancan y el tren, ese amasijo de hierros con alma, se despereza y empieza a moverse con la magia que sólo tienen los trenes.

Os dejamos un breve video que hemos encontrado en youtube de la estación de Bombay:




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