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VARANASI, LA CIUDAD DE LA MUERTEPublicado el Viernes 20-11-2009 - (1 comentarios)Paseo en barca por el Ganges, al fondo un crematorio Estamos en un “gali”, una de las estrechas callejuelas de la ciudad antigua. En fila india caminamos intentando no chocar con las personas que vienen de frente. De vez en cuando alguna vaca aparece en escena y es necesario estar alerta para que esa criatura que va a su rollo con sus aires sacros no te empuje o te pise. A lado y lado, innumerables tiendecitas llaman tu atención. Rosarios, ropa de color naranja intenso, platos con las ofrendas florales para las “pujas”, láminas y pegatinas con las extrañas y coloridas imágenes de los Dioses Hindúes… La ciudad de Shiva, del Sol, o de la Madre Ganges: Varanasi, antiguamente Benarés, rezuma espiritualidad por todos sus costados, la mires por donde la mires.
A nuestro paso nos cruzamos con peregrinos con la frente pintada de blanco y rojo. Un “sadhu” está meditando en un portal. Descalzo, medio desnudo, y con su pelo convertido en una gran rasta… un hombre que vive para y por su Dios, para lo espiritual. Lo material le trae un poco sin cuidado…
Casi empujados por la gente llegamos a un lugar del que sale humo. Se trata del crematorio principal, Manikarnika. Un lugar donde se celebra la ceremonia funeraria para los hindúes. A orillas del Río Sagrado una pira funeraria arde. Un cuerpo inerte enrollado en un sudario naranja está siendo devorado por las llamas. Mientras, a tan sólo unos metros, un búfalo se baña apaciblemente y un niño se tira en “bomba” al río. Junto a esta escena, dos muchachos filtran el lodo de la orilla con una especie de rejilla. Son buscadores de tesoros. Quizás encuentren alguna pieza de oro que se ha salvado de las llamas.
La vida continúa, no hay un lugar en el mundo donde te quede más clara esta afirmación.
Los hindúes dicen que quien muere en la ciudad sagrada obtiene la “moksa”, la liberación del ciclo de las reencarnaciones, y retorna así al universo espiritual, máximo logro para ellos.
Pero mientras no llega ese día, los hindúes siguen rindiendo culto a sus Dioses a orillas de la Madre. Ella lleva milenios viendo como millones de almas saludan al Sol, meditan sentados en la posición del loto y sumergen sus cuerpos en sus aguas para purificarlos.
Palacio a orillas del Ganges
La gente lava la ropa en el río
En agosto, mes de Shiva, se celebran multitudinarios rituales en Varanasi.
Paseo en barco por el Ganges
De camino al Ghat principal hay un bullicioso mercado callejero
El amanecer en el Ganges es mágico
Ceremonia Ganga Aarti, en Dasaswamedh Ghat
Empieza el día en uno de los Ghats de Varanasi
Al amanecer la gente medita junto a la orilla del Ganges
Nuestros amigos dando un paseo por el río
Jóvenes hindúes de naranja esperan en fila en las celebraciones de Shiva
Varanasi desde el río
Amanecer en el Ganges
Se puede observar el humo que proviene de las cremaciones
1 Comentarios
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6/03/2016 - nora
Hermoso relato sobre Varanasi...coincido plenamente: tener la posibilidad de presenciar una escena de cremación te planta frente a la vida misma: es como que tenés el honor de sacarle una foto.