Blog de viajes
BAGUIO, NUESTRO CENTRO DE OPERACIONESPublicado el Lunes 27-02-2012 - (1 comentarios)
Centro de Baguio, con uno de sus numerosos jeepneysEn todo viaje largo, hay lugares o momentos estratégicos. Pueden representar un alto en el camino, necesario a veces para descansar y coger aire. Pueden también representar la antesala de una nueva etapa del viaje, y entonces a estos lugares se les suele dar (a veces injustamente) poca importancia, ya que la cabeza está realmente en otro lugar, en el próximo punto del viaje.
A veces también, estos lugares estratégicos suelen ser aprovechados para realizar cosas que en otros lugares no es posible, como por ejemplo ir al médico, comprar artículos difíciles de encontrar, etc...
Baguio significó todo eso y más en nuestro viaje.
Necesitábamos un lugar en el que descansar y coger fuerzas, pues nuestra etapa en Asia se acababa, y a la vuelta de la esquina asomaba la cabeza la nueva y gran aventura: nuestro salto a África.
Necesitábamos un lugar que fuera lo suficientemente grande como para comprar las cosas que queríamos comprar y que quizás no encontráramos en África. También necesitábamos que fuera un lugar con buena conexión a Internet, pues aquellos días andábamos saturados de trabajo y además, queríamos buscar información sobre nuestro siguiente destino.
Y también necesitábamos que hubiera un hospital o clínica decente, pues nos queríamos tratar algunas dolencias que arrastrábamos.
Descartamos de buen principio Manila... no era el lugar adecuado, pues como relatamos en un anterior post, nos pareció un lugar irrespirable.
Apareció la opción de Baguio, y decidimos que era un buen lugar para establecer nuestro ´centro de operaciones´ durante diez días.
Fue una gran decisión, pues en Baguio encontramos todo lo que necesitábamos en aquellos momentos.
Y pese a ser una ciudad mediana, a cinco minutos a pie de la ciudad, había un bosque bastante tranquilo y agradable en el que caminar un poco y aclarar las ideas. E incluso dentro del centro urbano, un inmenso parque nos regaló un par de mañanas tumbados en el césped. Sin duda alguna, un buen lugar para recapacitar sobre el final de nuestros días en Filipinas.
Nunca valoramos un país con un simple ´me gusta´ o ´no me gusta´. Actuar así sería un sacrilegio hacia el hecho de viajar, que ofrece un amplio abanico de sentimientos/conocimientos/sensaciones como para acabarlo todo con un simple ´si´ o ´no´.
Filipinas significó para nosotros una Asia muy diferente a la que hasta entonces conocíamos, y eso, después de más de siete meses de viaje por este continente, era muy de agradecer.
En cuanto a la gente, y a pesar de que durante el mes y medio que estuvimos nos sentimos muy cómodos, por momentos sentíamos que había una barrera entre los Filipinos y nosotros que nos impedía comunicarnos con soltura, con entendimiento mutuo. Quizás averiguaremos qué era exactamente esta barrera la próxima vez que visitemos este lugar, pues Filipinas está marcada en nuestra lista viajera de ´países a repetir´.

Desde la ventana del autobús

Centro de Baguio por la noche

El revisor de un autobús

En un autobús, durante un trayecto

En el parque de las afueras de Baguio

Mariposa en el Santuario de mariposas en Baguio

Ciudad de Baguio, con un curioso edificio

Lago del parque de la ciudad

Embarcación en el lago del parque de Baguio
1 Comentarios
Añadir comentario
10/06/2018 - Luis oscar
Hola Xavi y Cami: estoy leyendo cuidadosamente tus comentarios de vuestras experiencias,para asi aprender
también el sentido de la vida.soy de Argentina de una provincia donde hace los calores mas duros del mundo.