PEREIRA: UN HOGAR EN EL EJE CAFETERO Publicado el Miércoles 17-10-2012 - (0 comentarios)
Con Rubiela, Efigenia, Estela y Aura, responsable y voluntarias del hogar.
Una vez entramos en Colombia decidimos ir directamente a Pereira, una ciudad situada en el denominado eje cafetero de Colombia. No es un lugar turístico al que suelan ir los viajeros, pero nos habían hablado recientemente de una fundación que estaba cerca de allí y queríamos intentar visitarla.
Así conocimos el Hogar de niños de Altagracia, por causalidad. Y amparados por la certeza de que las casualidades no existen, contactamos con la Fundación Child Action Group para organizar una visita allí. Casi inmediatamente tuvimos respuesta de Estela, una de las personas que vela por el proyecto en Colombia. De un día para otro, estábamos visitando el hogar junto a ella y dos voluntarias más: Aura y Efigenia, que nos brindaron su tiempo y su entusiasmo para contarnos la historia del proyecto, los logros conseguidos y también las limitaciones con las que se encontraban.
Llegamos al hogar y lo primero que nos llamó la atención fue el maravilloso entorno, rodeado de prados verdes. Luego conocimos a Rubiela, que junto a su marido se encarga del hogar y hace que tome significado esta palabra y que no sea un simple lugar de acogida, sino un lugar donde los niños se puedan sentir amados y puedan desarrollarse en un entorno familiar. Conocer a Rubiela fue renovar nuestra fe en la humanidad, porque vimos en ella una fuerza arrolladora movida por unos valores sólidos hacia el bien común y el amor a los demás. Nos explicó decenas de historias acerca de muchos de los niños y niñas y cómo ella los había encontrado. Historias estremecedoras…
El hogar, a pesar de que tiene muchas necesidades materiales, es un lugar limpio y muy digno, donde los niños y niñas, que en ese momento eran más de 60, pueden vivir su infancia protegidos de la violencia y del abandono. También necesitan manos para ayudar, con los niños o con otras tareas, así que están abiertos a recibir viajeros voluntarios que quieran trabajar o cooperar en el hogar.
Rubiela nos dijo algo que nos hizo reflexionar: Con su trabajo pretendía romper la cadena del odio que genera en su país más odio y violencia. Sólo con el amor, los niños se podrán liberar del odio y romper así esta trágica cadena que se lleva tantas vidas de personas inocentes.
Debido al escaso tiempo que disponíamos para estar allí no nos vimos posibilitados para hacer en ese momento un proyecto de nuestro camino solidario, pero estamos decidimos a echarles una mano a corto plazo. Esperamos que cuando llegue el momento te unas y entre todos creemos, una vez más, fuertes lazos de solidaridad para ayudar un poco a que estos niños tengan la vida que se merecen.
Os dejamos un breve video que ha grabado la Fundación recientemente:
Plaza central de Pereira
Vendedor ambulante en la plaza de Pereira
Rubiela y Estela nos enseñan las habitaciones del hogar
Casita de juegos del Hogar de Altagracia
Antes de la comida los parte de los niños miran un poco la televisión
Los niños esperan su turno para sentarse a la mesa a comer
Uno de los niños en la hora del almuerzo
La mesa de los más pequeñines
La mesa de los pequeños
Rubiela debajo de la cocina desde donde le van pasando los platos
Estela con uno de los bebés del hogar
Tras comer, con la cara sucia :-)
El hogar de niños está en un entorno verde y espacioso
Rubiela mientras nos cuenta las limitaciones con las que se encuentra en su día a día